lunes, 12 de noviembre de 2012

El Rojo derrotó 1-0 a Puerto Nuevo


Ganó en la previa del clásico ante San Martín

Cañuelas se impuso con un golazo de Arana ante el débil Puerto Nuevo. Ahora con Burzaco.

En una tarde muy ventosa y fría, Cañuelas recibió a Puerto Nuevo. El local presentó un elenco con novedades en lo táctico ante uno de los peores equipos de la divisional.

Guido Saiz y Horonoz arrancando por los costados del mediocampo y Arana desde el centro para alimentar a Maciel y Negreti, fue la apuesta de Perrotat en ofensiva. A los 14' se construyó la primera llegada del local, que terminó en un golazo de Adrián Arana.

El Facha sacó un derechazo de media distancia tras una descarga de Negreti que se metió en el ángulo izquierdo de Vázquez. El volante recibió el saludo de sus compañeros y el reconocimiento de la gente, esquiva al afecto con el oriundo de La Matanza.

La primera parte contó con otras chances para el “tambero”: primero un toque sutil de Negreti que apenas atajó el arquero. Luego una gran jugada de Saiz (con caño incluido) que nadie pudo capturar por el medio del área, y un buen remate de afuera del área de Maciel que contó con la buena respuesta del guardavallas.

Puerto Nuevo dependió del buen pie de Danevich, un virtuoso armador que sacó un remate bajo al palo izquierdo de Maglione a mediados del primer tiempo, en la única aproximación de los de Campana.

Aunque se prestaron más la pelota en la mitad de cancha, en el complemento el contexto del partido no se alteró. El rojo se defendió lejos de su arco y la visita se aproximó con centros sin riesgo.

Sobre los 30' del complemento la visita se quedo con diez por la expulsión de Coesta tras una fuerte entrada sobre Saiz.

Sánchez en la primera que tocó casi anota con un remate rasante al primer palo. Luego fue Arana quien tuvo el segundo. Negreti y Retamozo también se anotaron en la lista de chances desperdiciadas.

El final fue a toda orquesta, con los jugadores celebrando y la gente invitandolos inmediatamente a pensar en lo que viene: San Martín, en Burzaco... cueste lo que cueste.